martes, 20 de diciembre de 2011

Francis Bacon

FRANCIS BACON
1909-1992


Bacon en su estudio del numero 7 de Reece News, 1977 

La pintura de Francis Bacon representa la tragedia de la existencia humana con una inevitable expresión violenta que tanto nos recuerda al ser humano del siglo XX. El realismo de su pintura impacta al espectador psicologicamente, haciéndonos reflexionar sobre nosotros mismos sobre el hecho de existir. Bacon se ha ganado un puesto entre los mas grandes artistas del ultimo siglo por la originalidad de sus obras en cuanto a tematica, tecnica y estilo, en una epoca en donde el expresionismo abstracto parecia ser la unica forma de arte accesible. 
Autorretrato, 1971
Nacido en Dublin, vivio una dificil infancia y adolescencia por la reaccion violenta de su padre al saber que su hijo era homosexual, lo que llevo a Francis a dejar su hogar a los 16 años y ganarse la vida por si solo. Viaja a Londres y luego a Paris en donde trabaja como diseñador de interiores. El 1928 asiste a una expocision de las ultimas obras de Pablo Picasso, lo que lo anima a pintar. Durante este periodo, experimentara varios fracasos en exposiciones, incluyendo el rechazo de una de sus pinturas en una exhibicion surrealista en 1936. Tambien destruiria muchas de sus obras por su insatisfaccion personal y su pobre reconocimiento, lo que lo llevaria a dejar la pintura en muchas ocasiones. No fue hasta 1944 que pintaria Tres estudios para figuras en la base de una Crucifixión que impulsaria su carrera y empezaria a participar en varias exposiciones.

Tres estudios para figuras en la base de una crucifixión, 1944
Esta obra esta cargada de una terrible violencia expresiva, que si bien no presenta ninguna acción violenta, el cuadro imprime su horror en las formas y el area cromática que las rodea. El color naranja es tan impactante que imposibilita la correcta interpretación de las formas, lo que nos deja con una representación ambigua, poco alentadora. Cabe destacar las lucha de las pinceladas por representar estas imagenes, la lucha entre el artista y la representacion de una idea en un lienzo. Tambien se destacan las geometrias parciales, el espacio  perspectivamente indefinido e inturrimpido que ayudan a establecer la deformacion de la realidad. El secreto de este cuadro esta en su titulo, en la palabra "estudios", que nos explica el porque de estas imagenes: las figuras estan es una fase preparatoria, ajenas a la realidad y en un estado neutral entre lo consciente y lo inconsciente, entre lo real y lo irreal. 

Figura en un paisaje, 1945
En Figura en un paisaje, Bacon nos muestra la aleatoriedad de sus trazos, aun mas que en el anterior tríptico. A pesar de la tosquedad de las pinceladas, se puede reconocer la figura y el paisaje correctamente. La naturaleza representada es organica, furiosa y amenazante. Se repite la sensación de lucha entre el artista y el lienzo, pero esta vez las figuras son aun mas ambiguas y algunos elementos como el rostro se pierden y otros como el banco de hierro se vuelven parte de la figura. Se instala un elemento simbolico en la obra de Bacon: los microfonos, ubicados en la parte derecha del lienzo. Se pueden interpretar como mediadores entre la pintura y la realidad; buscan ampliar las capacidades sensitivas del cuadro, es decir, que por medio de la presencia de este microfono tratemos de escuchar el grito de sufrimiento de la figura en el paisaje. 
Estudio de figura I, 1945-1946
Para Bacon, la pintura no es un campo de imitación de la realidad aparente, sino una acción autónoma y artificiosa que despierta las sensaciones mas profundas del espectador, haciéndolo reflexionar y sentirse atraído e incómodos al mismo tiempo por la imagen que observa. Los personajes que representa son mas animales que humanos, mostrándonos esa parte "natural" que a veces olvidamos. Bacon nos recuerda con sus imágenes que al fin y al cabo todos somos solo carne que se mueve, defeca, copula y que sobretodo, sufre.
Pintura 1946, 1946
El nivel de violencia expresiva alcanza su majestuosidad en la obra maestra Pintura 1946, una imagen llena de caracteres escabrosos y agrios hasta entonces desconocidos. La boca del monstruo, el protagonista de este cuadro produce un efecto indefinible, un humorismo violento y desmesurado, grotesco, cínico y ultrajoso. Es tanta la violencia y el horror representados en una misma imagen que es imposible tratar de descifrar el significado de la obra. Para empezar, el artista nunca espero realizar esta pintura, sino que comenzo esbozando un chimpancé, que se convirtió en un pájaro, y que al final todo se abstrajo en una imagen definitiva, borrando todo intento de representación consciente y racional. La posición de cada uno de los elementos de la pintura tiene una gran importancia gráfica; por ejemplo la baranda encierra los caracteres mas importante del cuadro y separan la realidad del cuadro de nuestra realidad. Los colores tienen un gran protagonismo debido al contraste cromático que representan; el cuerpo mutilado de color blanquecino adquiere mas fuerza con el color rosa del fondo. El titulo parece absurdo pero es necesario ya que tiene un significado sarcástico y profundo al mismo tiempo: su objetivo es hacernos dar cuenta de que estamos observando una pintura y no una realidad alterna. Con este titulo, el artista busca diferenciar radicalmente la pintura de la realidad contingente, mostrándonos su naturaleza artificial y evitando confusión en el espectador para que no se sienta abrumado, sino atraído y extasiado por la belleza compositiva de la imagen.  Bacon nos muestra su poética escalofriante y explicita de su pintura con la fuerza de este cuadro.

Figura con trozos de carne, 1954
Osamenta carnosa y ave de rapiña, 1980
Bacon utilizaría el tema de la violencia  y la brutalidad en algunos otros cuadros como Figura con trozos de carne de 1954 u Osamenta carnosa y ave de rapiña de 1980.

Estudio de cuerpo humano,1949

En Estudio de cuerpo humano, Bacon consigue una interpretación moderna del hombre en su integridad figurativa. Elimina toda la temática del cuadro concentrándose en su estética. Se repite la aleatoriedad de los trazos pero esta vez lo hace para representar el cuerpo humano; es como estuviera dándole forma a una estatua por medio del pincel y la espátula. El individuo se caracteriza por su sensualidad entre animal y humana, y por su estado de postración e impotencia.


Cabeza IV, 1949
Bacon tomaba como referencia obras de arte famosas del pasado y las representaba según sus juicios estéticos correspondientes. En su carrera temprana estas referencias se convertirían en una obsesión para Bacon y se repetirían en varias ocasiones tomando siempre la misma imagen. Es así como surge la serie de cabezas en los años de 1950 y que lo darían a conocer aun mas como pintor. En cabeza IV aparece un elemento frecuente en las pinturas de Bacon: el grito trágico de la existencia humana. La mitad del rostro desaparece en el fondo en la oscuridad, dejando solamente la boca que pronuncia el aterrador gemido. El motivo de la cortina de Estudio de cuerpo humano se repite pero en esta pintura se interpreta de forma diferente: la figura emerge dolorosamente de esa cortina de sombras, mas no interactúa con ella.

Estudio del retrato del papa Inocencio X de Velázquez

La imagen que mas utilizaría seria la del retrato del papa Inocencio X de Velázquez; pero también se ayudaría de los estudios de movimientos plasmados en las fotografías de Eadweard Muybrigde, así como otras que muestran sacrificios de animales, estudios de análisis médicos o escenas de películas como del "Acorazado Potemkin". 

Sin titulo (Desnudo Agachado), 1950-1951
Las pinturas de este periodo también se caracterizan por ser oscuras y de tonalidades tenues que reflejan la acción instantánea de su realización, como se puede ver en Sin titulo (Desnudo agachado). Los caracteres estilísticos aplicados hasta entonces por Bacon se transforman en algo totalmente distinto para ser utilizados en diferentes propósitos expresivos. El cuerpo que aparece en el cuadro es apenas reconocible. El fondo tiene su origen en la cortina que aparece en Estudio de cuerpo humano de 1949, pero esta vez no es utilizado como objeto sino que adquiere un significado atmosférico y expresivo, esparce incertidumbre, nostalgia, duda y opresión en la pintura. Aparece otro elemento recurrente en la obra de Bacon: una especie de caja o jaula  transparente que encierra a la figura, aislándola de la realidad pero a la vez garantizando su manifestación en el cuadro. Según el artista, este marco solo tiene una razón exclusivamente compositiva y en sus cuadros posteriores se puede notar que los objetos que utiliza y las características espaciales tienen el mismo propósito de aislamiento. 

Sin titulo (Desnudo agachado sobre la barra), 1952

Sin titulo (Desnudo agachado sobre la barra) constituye un cambio fuerte de tonalidades en esta época. El fondo monocromático invade el cuadro atravesando incluso la figura central. La estética de la cortina se vuelve un elemento aun mas abstracto pero otorgándole un sentido mas poético al cuadro: la violencia y la lucha del artista por despertar la imagen se hace mas visible; también dispersan la energía del cuadro e inspiran cualidades sensitivas indefinibles.  Los trazos azules en la parte baja del cuadro nos dan una cierta noción de perspectiva. La figura adquiere una tensión anatómica extrema y las barras la aíslan mas de su propia naturaleza.

Dos figuras, 1953

En Dos figuras, la expresión esta determinada en gran medida por la fuerza del tema: el  erotismo encerrado en el placer sexual de dos hombres. Bacon busca ser explicito con este cuadro, buscando una imagen que interprete toda la naturalidad de la escena. También busca crear una imagen que derive de la sensación que se presenta, pero no representándola con un estilo realista, sino con elementos estéticos que choquen entre la experiencia existencial y el inconsciente. Para el artista el amor es lucha, la unión sexual es lucha y por lo tanto la figura también es una lucha de elementos opuestos. 
La forma de aplicación de la pintura deja rastros de esta lucha y de la fascinación con la que fue ejecutada. Los cuerpos reflejan la sensualidad de la unión, mientras que los rostros muestran una expresión trágica, una inextricable mezcla de vitalidad y muerte, un éxtasis doliente. Vuelven a aparecer los trazos verticales, pero esta vez se presentan mas tenues. 


Tres estudios de cabeza humana, 1953

La pintura de Bacon es la superposición y mezcla de una intimidad subjetiva, formada por la completa asimilación corporal de la existencia y su objetivación en la transfiguración formal.

Estudio para un retrato de Van Gogh, 1957
A lo largo del año de 1957, Bacon realizo muchos estudios de la obra de Vincent van Gogh, que llevaran a la pintura de Bacon a niveles mas avanzados y profundos de representación del ser humano. A diferencia de sus anteriores trabajos, en esta serie se muestra un periodo experimental de carácter pictórico y cromático, en la que ensaya con los colores y las posibilidades gráficas que sugiere la pintura al óleo.

Tres figuras en una habitación, 1964

Con Tres figuras en una habitación, Bacon retoma la tipologia del tríptico, mostrándonos personajes que se acercan mas a la materia carnal, trastornada traumáticamente, evidenciando toda su belleza natural. Las dimensiones de la obra (cada panel: 198 x 147,5 cm) influyen en la forma de contemplarla, ya que crea un espacio envolvente entre los cuadros y el espectador, y se convertirá en el formato mas  frecuente de las pinturas de Bacon.
Los tres cuadros crean una espiritualidad casi fantasmal, y resultan incondicionados para la visión de la inteligencia convencional. Las figuras están presentes en el cuadro pero si se miran individualmente son inquietantes y enigmáticas y si se miran en conjunto resultan contradictorias e inexplicables. También se notan mas tensas y mas artificiales que en las anteriores obras; es como si estuvieran forzadas dolorosamente a ser manifestadas como imágenes. Son sensualmente alteradas  por el surgimiento de sensaciones reprimidas y ocultas, heridas por una violencia desgarradora.
Las cualidades que proporciona el tríptico ayudan a establecer aun mas la artificialidad de las imágenes representadas, algo que es obsesivo para Bacon. 

Tríptico - Estudios del cuerpo humano, 1970

La manifestación de estas figuras no transmiten exactamente "expresiones" de la vida, sino "sensaciones" de la vida. Bacon siempre rechazo las etiquetas de su obra, llamada a veces expresionista y en ocasiones surrealista. Siempre defendió que su pintura estaba muy ligada a la realidad, que mostraba lo que él llamaba la "brutalidad de los hechos", llevando su arte mas allá del termino expresionismo. 

Tres estudios de Crucifixión, 1962
Para este periodo, las pinturas de Bacon adquieren la fuerza sardónica y violenta del monstruo de Pintura 1946, pero ahora se expresan en su esencia mas pura; no se esconden sino se exhiben explícitamente al espectador. Según el artista, estas imágenes solo pueden conseguirse mediante una total entrega al pensamiento irracional, que depura la experiencia vital de las casualidades y libera al hombre de las convenciones. La razón no debe estar presente en la ejecución de los cuadros, ya que el resultado no seria el mismo; docenas de lienzos destruidos por el mismo artista comprueban sus palabras.

Crucifixión, 1965
Bacon mencionaba que aspiraba a representar figuras tan reales como lo puede ser la gente común en su comportamiento cotidiano. Como no creyente, Bacon prescinde explícitamente de todo contenido religioso en un tema como la crucifixión; mas bien busca representar el acto humano extremo concerniente al comportamiento existencial. Se trata al hombre como animal complejo, hecho de sentimiento y materia; lo que lleva al artista a mostrarnos una imagen sincera y llena de la expresión del dolor. Estos aspectos se ven reflejados en Crucifixión de 1965, en donde las figuras parecen estar ensimismadas y poco relacionadas con la totalidad del tríptico. Esto se debe a las distancias existentes entre ellas y a la coloración del fondo. El resultado es una obra enimática que incapacita al observador de entender su significado, de sentirse familiarizado con el tema de la crucifixión; haciéndolo sentir solo en un universo desconocido lleno de horror y violencia gráfica. La estética de las formas crean un sentimiento de desconsuelo, pero al mismo tiempo hace que el espectador se sienta atraído por su extraña belleza.

Tres estudios de Isabel Rawsthorne, 1966

Desde principios de la década de 1960, Bacon se topa con la problemática de que su arte se convierta en una repetición de las conquistas formales ya logradas, es decir en una costumbre tranquilizadora que pondría representar el peligro de una ilustración convencional. La repetición de la violencia explicita en la imágenes se convierte en un cliché que desmotiva al espectador y desgasta el impacto visual creado en principio.

Tres estudios de Henrietta Moraes,1969

Bacon lleva su pintura a niveles mas avanzados, poniéndola en peligro pero haciendo algo que consideraba pertinentemente necesario. Así, se concentra en la representación del rasgo mas característico de una persona: el rostro. Como en toda su obra, la ejecución de estos retratos constituye una lucha por plasmarlos en el lienzo. Según el artista, solo cuando la energía explosiva reprimida de la persona emerge en su expresión, entonces la cabeza logra convertirse en retrato, expresar la realidad de la persona. 

Tres estudios de Muriel Belcher, 1966
Para Tres estudios de Muriel Belcher, el artista usa un formato pequeño (35,5 x 30,5 cm, cada panel) que usara durante varios años para este tipo de retratos. Aquí se puede apreciar una evolución con respecto al tema del rostro si lo comparamos con el tríptico Tres estudios de cabeza humana de 1953: en el tríptico de Muriel Belcher existe una espiritualidad que refleja la traumática interioridad del personaje; es como si la pintura tratara de penetrar a un nivel mas profundo y oscuro del objeto y el sujeto para aumentar el poder expresivo de la acción ejecutiva del cuadro.
La cabeza de la retratada se encuentra en tres ángulos diferentes, dejando que el artista sea libre de experimentar su representación de diferentes maneras. Así, se puede notar que la inquietud de la pintura se concentra en la acción rápida de pocos gestos, violentos y decididos, sobre la base calma y uniforme del fondo pardo, color ocre tostado, y el rojo rubí de la zona reservada para la figura. El retrato esta compuesto de una tormenta de pinceladas y surge de una praxis de golpes, estiramientos , anulaciones y acentuaciones improvisadas que brotan de la experimentación de una idea pictórica y que expresan el carácter fuerte inconformista y provocativo del personaje. 

 
Tríptico, Mayo-Junio de 1973, 1973

En esta serie de retratos, Bacon consigue captar la personalidad del personaje sin ninguna imitación servil y verosímil de las formas externas del rostro; ninguna fotografía podría representar esa interioridad con la misma profundidad y expresividad. En Tríptico, Mayo-junio de 1973, no solo se muestra la personalidad del George Dyer, su sujeto de retrato favorito, sino que presenta un hecho real. Su tormentosa relación con este personaje llevo a que este ultimo se suicidara con una sobredosis de pastillas antidepresivas; hecho que se ve reflejado en este escalofriante retrato con un intrigante realismo.

Estudio de autorretrato, tríptico 1985 - 1986
En Estudio de autorretrato, el trastorno de lo real en forma, la capacidad de la pintura para hacer brotar las fuerzas internas de la figura, alcanza un nivel mas elevado y se plasma con mayor compromiso y verosimilitud de lo que podría esperarse de un autorretrato. La búsqueda de la expresión de la propia imagen alcanza su punto culminante con esta obra maestra. El aislamiento alcanza el grado máximo de sencillez. La capacidad de penetración del ser se extiende en esta ocasión a la figura de cuerpo entero.  Cada figura se encuentra en una situación indefensa, con toda su energía vital al descubierto y sin ningún apoyo o protección. Parecen estar en una posición inquieta, inestable e incomoda, reflejando la miserable vulnerabilidad material y psíquica del ser humano. Los tres lienzos dan una sensación de vastedad inconmensurable. La piedad por el ser humano, que esta presente en toda la obra de Bacon adquiere aquí la grandeza elegíaca de la representación trágica. No es necesaria la implementación de elementos que expresen violencia o sufrimiento, la imagen misma de la figura trasmite su propia desesperación, su malestar existencial como individuo, pero reconociéndose a si mismo como sujeto subjetivo perteneciente al mundo real. 


Bibliografía: 










domingo, 18 de diciembre de 2011

Intro



Arkenz, Depression, 2011
Hola, Bienvenidos a Arkenz


He creado esta pagina para compartir mis conocimientos acerca de los artistas que mas admiro y que han influido mi arte de alguna u otra forma. Me considero a mi mismo artista; nunca he recibido clases de dibujo o pintura, todo lo hago por ensayo y error. Todo lo que se lo he aprendido por mi cuenta, gracias a los libros, a mis amigos y a Internet.

Arkenz, Family, 2011
Con este blog quiero mostrar la pasión que siento por el arte, sobretodo por la pintura; y quiero que esto lo puedan sentir los que lean mis publicaciones. Siempre que tenga tiempo libre publicaré una entrada (o mas, según sea el caso) acerca de un artista importante. También haré una sección en donde puedan ver el camino que sigo con mi arte, añadiendo notas personales acerca de lo que estoy haciendo. 

Francis Bacon, Painting, 1946
 Adicionalmente, hablare también de artistas contemporáneos y haré una pequeña critica de su trabajo. No son artistas muy conocidos (la mayoría son de deviantART) pero pienso que tienen un gran futuro por delante si continúan con lo que están haciendo.

Joseph Loughborough, L´Irremediable, 2008